Tres noches en París

Ya estoy de regreso a Colombia, pero siento que cerré mi viaje con broche de oro tallado a mano, repleto de piedras preciosas dignas de Maria Antonieta y toda su familia. Gracias a la vida, que fluye como agua de manantial, logré conocer un poco de esta ciudad maravillosa, caótica, olorosa y llena de magia.

Un viaje corto de caminatas absurdas y cansancio total pero también lleno de arte, comida increíble, hombres coquetos (algunos MUY guapos), música deliciosa en las calles y miles de palabras que francés suenan como poesía. Un viaje que hice con mi hermana menor, a quien no veía hace ya 3 años, y que vino desde Asia a recorrer las calles de Montmartre conmigo.

De los sitios que visitamos puedo decirles que el Museo del Louvre es un plan de un día entero, o mínimo unas 4 horas y media, que fue lo que hicimos nosotros para intentar cubrir lo que más nos gustaba en poco tiempo y tener una parte del día para otras cosas. Visitamos a la Monalisa, que para su fama tiene poco tamaño, y casi no pudimos verla bien porque la gente se acumula frente a ella. La verdad, por cultura general, vale la pena pasar a verla pero hay cientos de obras maravillosas por todas las galerías que son de verdad inspiradoras. Lo que más nos impactó del museo fueron sus techos llenos de detalles, algunos con esculturas talladas, pinturas impresionantes y obras más complejas que los mismos cuadros.

En Montmartre caminamos mucho entre sus pequeñas calles, visitamos "Sacre Coeur" o la "Basílica del Sagrado Corazón" que es otra maravilla arquitectónica con una vista hermosa de la ciudad. Entramos en silencio, gratis, y dejamos un par de euros para prender unas velitas y pedir algunos deseos en este lugar lleno de paz.

Caminamos todo lo que pudimos hasta llegar a la fachada del famoso Moulin Rouge o "Molino Rojo" que para mi, sus alrededores lo han hecho perder toda la gracia. Llamó más nuestra atención la entrada a la estación del Metro Blanche con sus letras y estructura tan "Art Nouveau" que además. Nos dimos un descanso con unos crepes callejeros deliciosos y enormes que no salieron tan caros para la idea de precios de París te teníamos en mente.

Visitamos Versalles en tren y su famoso "Château de Versailles" y "Le Domain de Trianon" que nos dejaron sin aliento (es una GRAN caminata) y profundamente impactadas. Son lugares realmente impresionantes, llenos de magia, textiles, libros, espejos y miles de detalles dorados con una energía difícil de describir. Si están de visita en París, les gustan las historias del pasado, y tienen tiempo de pasar, el Palacio de Versalles y sus alrededores son una parada totalmente recomendada!

Para no alargarme mucho más, aunque he disfrutado profundamente recordar cada paso de este plan, visitamos un par de cosas más, entre esas la "Tour Eiffel". Una GRAN antena, imponente como todas las obras y lugares importantes de la ciudad, que decidimos admirar desde diferentes lugares para evitar las largas filas para subir.

Terminamos el viaje comiendo en el mejor lugar que probamos, un restaurante recomendado por un amigo local, llamado Bouillon Pigalle en el que pudimos probar diferentes platos como los famosos caracoles o "escargots", y el "Tartare de boeuf" o tartar de ternera que es una carne de res cruda picada como si fuera carne molida, mezclada con diferentes ingredientes y acompañada con papás fritas.

Lo anterior y como 5 entradas más y un par de postres, acompañados de una charla deliciosa y un vino blanco de muerte lenta fueron el mejor cierre para este viaje. Otro lugar para visitar, si son de turismo gastronómico como yo. RECOMENDADÍSIMO pero hay que llegar antes de las 7.30 p.m porque no aceptan reservaciones y se la pasa muy lleno porque los precios son igual de buenos que la comida.

Muero por contarles más pero sé que no leen tanto, entonces les dejo mejor algunas fotos y me despido con una sonrisa que espero no se vaya nunca cuando recuerde este viaje.

Ya conocen París?